A 5 minutos de distancia del centro de la ciudad y en muy buena posición para ir hacia el sur. Está abierto durante todo el año y dispone de un amplio parking vigilado. Fue construido en 1904 por el abuelo Alberto, sobre un acantilado frente al mar y rodeado de palmeras, prados y flores. Un oasis de paz y relax. El restaurante, ideal para celebrar banquetes, dispone de una bonita terraza con vistas al mar. Entre los meses de mayo y octubre, la playa está abierta a los clientes y dispone de un pequeño restaurante donde se sirven espaguetis, ensaladas y pescados frescos. La característica principal de este hotel es su pequeño tamaño, por lo que se sentirá como en casa y recibirá un trato personalizado.
Cómo llegar: